A unas cuantas horas de que culmine la Conferencia Mundial sobre Cambio Climático (COP15) se dice en los pasillos que es difícil que se de la opción de un gran acuerdo jurídico vinculante -obligado a cumplirse por todos los firmantes- y se habla más bien de que será una acuerdo político el que permitirá trabajar durante el próximo año para llegar a la COP16, que tendrá lugar en México.
En su discurso, Barack Obama resumió así la situación: "Ningún país va a recibir todo lo que quiere, hay algunos países en desarrollo que no quieren ceder en transparencia y rendición de cuentas pues piensan que los países desarrollados son los que deben pagar, los países desarrollados que creen que no deben dar dinero a otro país si éste no se compromete a rendir cuentas de manera precisa".
El mandatario afirmó que "el tiempo de hablar se acabó, necesitamos dar un paso grande hacia adelante, podemos crear las bases sólidas y pasaremos a la historia como aquellos que hicieron el cambio por el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos o podemos escoger no hacer nada y entonces obligar a la población a sufrir los impactos del cambio Climático hasta que sea irreversible".
En Copenhague también se habla de manera extraoficial de que las negociaciones finales en esta cumbre buscan establecer las bases de un plan de acción y de financiamiento que considere tres aspectos fundamentales: mitigación, adaptación y transparencia.
No obstante será hasta el final del día cuando se tenga un pronunciamiento oficial al respecto.
En su turno ante la plenaria, el presidente brasileño, Lula da Silva, dijo a los líderes de los países ricos que deben estar seguros de que el dinero que entreguen a las economía en vías de desarrollo será bien utilizado porque todos estamos en el mismo planeta, aseveración que desató aplausos en los asistentes.
La secretaria de Estado de USA, Hillary Clinton, anunció que su país proveerá US$ 100,000 millones anuales para economías en desarrollo para acciones de mitigación, siempre y cuando, existan los mecanismos de rendición de cuentas y transparencia que exige su Gobierno.
El anunció fue considerado por el Gobierno chino como "un buen paso".
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, hablando mientras la reunión se disolvía, comentó que aún no se había logrado un acuerdo y que la resistencia de China al control de sus emisiones seguía siendo un punto de fricción.
La conferencia de prensa diaria del secretario ejecutivo de la Convension Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climatico fue postergada puesto que los lideres mundiales continuaban negociando en la sala de plenarias.
Guantánamo, para después
Sin embargo, la nueva decepción de Obama, a más de un año de haber sido electo, tiene otros ribetes. En el plano internacional, no ha sabido ganar la simpatía de varios gobiernos latinoamericanos (sobre todo los de corte populista como Venezuela, Bolivia, Nicaragua o la Argentina). Esa situación ha tenido un elemento retórico importante en la actitud de Obama hacia las promesas sobre el cierre de Guantánamo.
Recién llegado a la Casa Blanca, Obama prometió el cierre de Guantánamo. En seguida, las reacciones positivas no se hicieron esperar, debido a las series irregularidades en derechos humanos que en dicha prisión se viven, según Organizaciones No Gubernamentales.
Pero llegado el límite que impuso el presidente norteamericano, es decir, para finales de 2009, Obama en su gira por Asia declaró que aún no hay fecha exacta para el cierre de la cárcel, ubicada en una base militar estadounidense en Cuba.
"Estamos inmersos en una trayectoria y un proceso en el que yo anticipo que Guantánamo será cerrado el próximo año", dijo Obama en una entrevista con la cadena "Fox News" realizada en Pekín.
"No voy a marcar una fecha exacta porque mucho depende de la cooperación del Congreso", añadió.
Obama aduce que el Congreso ha puesto un freno a la propuesta de los 12 meses; amén del rechazo internacional para acoger a los presos.
El Nobel de la Paz y la guerra
Apenas en febrero de este año, el mandatario de EU dijo que un número sustancial de los 140 mil soldados estadounidenses apostados en Irak regresarían a sus casas dentro de un año, ya que los iraquíes están listos para asumir más responsabilidad en su seguridad.
Obama, quien heredó las guerras de Irak y Afganistán, prometió durante su campaña presidencial retirar todas las tropas estadounidenses de Irak en 16 meses, a un ritmo de una o dos brigadas al mes.
Pero con respecto a Afganistán, la situación es diferente. Obama anunció hace un par de semanas la decisión de su Gobierno sobre el envío de más soldados a Afganistán, donde el jefe de las operaciones aliadas, el general Stanley McChrystal, solicitó 40 mil militares más.
Tras la decisión que anuncie Obama, no sólo sobre las tropas sino también sobre su estrategia en Afganistán, los ministros de Exteriores de la OTAN mantendrán una discusión política en el Consejo que se celebrará en Bruselas los próximos 3 y 4 de diciembre.
De hecho, la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) espera que sus países miembros y socios anuncien en las próximas semanas el envío de más tropas a Afganistán.
En un acto paradójico, a los pocos días de que Obama fue premiado con el Nobel de la Paz, el mandatario estadounidense envió más tropas, unos 13 mil soldados, a Afganistán.
Informo: http://www.urgente24.com/