La campaña de vacunación para soldados de la Unidad Militar de Emergencias en España ha causado cierto malestar, lo que obligó a las autoridades militares a imponer descuentos de sueldo a aquellos soldados que se nieguen a ser vacunados por la gripe A.
MADRID (La Vanguardia) - El inicio de la campaña de vacunación contra la gripe A en la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha provocado quejas entre algunos de los miembros del batallón de Zaragoza, que consideran "desproporcionadas" las medidas que se pueden aplicar a quienes se nieguen a ponerse la inyección. Entre otras, se barajan la pérdida del complemento de dedicación especial e incluso la pérdida del destino.
Según han explicado a este periódico fuentes oficiales de la unidad, "la vacuna no es obligatoria, pero sí recomendable". Algo que consideran "bastante lógico", teniendo en cuenta los especiales cometidos de estos efectivos. "En plena campaña de invierno, en la que las nevadas nos van a dar mucho trabajo , no podemos correr el riesgo de quedarnos sin un número importante de soldados por culpa del virus", argumentan desde el batallón.
Respecto a la posibilidad de que quienes se nieguen a ponerse la vacuna puedan perder algún complemento de la nómina, los responsables de la UME no lo descartan. "Se trata de un complemento por libre disposición, y alguien que caiga enfermo porque no se ha vacunado no podrá estar disponible", señalan. Sin embargo, desde la unidad no se pronuncian sobre la posible pérdida de destino por parte de quienes insistan en no querer inmunizarse contra el virus H1N1.
La versión que algunos soldados del batallón han dado a este periódico es algo distinta. Preservando su anonimato para evitar posibles sanciones disciplinarias, estos militares aseguran que el jefe de la unidad ha dado la orden de vacunar a todo el mundo. "Como militares -dicen-, acatamos la orden. Pero cuando llegamos al botiquín para que nos pusieran la dosis, nos llevamos una desagradable sorpresa. Nos obligaban a firmar un documento en el que se decía que nos poníamos voluntariamente la vacuna, y en el que además eximíamos de cualquier responsabilidad al equipo sanitario".
Para algunos soldados, esto "no era razonable". Por ello, expresaron su queja y se negaron a ponerse la inyección. En ese momento, el capitán médico les pidió que firmaran otro documento diciendo que no daban su consentimiento. En la parte de abajo del folio, debían explicar además cuáles eran las razones que argumentaban para negarse. En días posteriores, aseguran, los jefes de compañía les han recordado que pueden quedarse sin el complemento de dedicación especial e incluso sin destino.
Medio millar de soldados
La Unidad Militar de Emergencias no está encuadrada en ninguno de los tres ejércitos, ya que fue creada por voluntad de la presidencia del Gobierno para intervenir con celeridad en caso de alerta o catástrofe. Y, actualmente, depende orgánicamente del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad). Cuenta con cinco batallones repartidos por todo el territorio nacional, y uno de ellos tiene su sede en la Base Aérea de Zaragoza.
El medio millar de efectivos que integran el destacamento aragonés tiene como área de operaciones cinco comunidades autónomas: País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña. A estas hay que sumar la provincia de Soria, que por proximidad geográfica figura también en la zona de actuación del batallón de la capital aragonesa.
Según explican fuentes oficiales del batallón de la UME en Zaragoza, la campaña de vacunación contra la gripe A comenzó la semana pasada, y más de la mitad de los efectivos se han puesto ya la inyección.
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