La realidad supera a la ficción: la posibilidad de que una corporación privada de negocios bélicos se convierta en el brazo armado del Estado, existe. Habrá que ver si ocurrirá como en la serie '24' en cuyo guión intentó ocupar la Casa Blanca.
Agentes de la CIA y mercenarios de Blackwater participaron juntos en operaciones para capturar y matar insurgentes en Iraq y Afganistán. Es la nueva revelación hecha por The New York Times sobre el programa clandestino, en la que reconstruye la supuesta "relación de hermandad" que existía entre ambas con base en los testimonios de antiguos empleados de la firma de seguridad y agentes de inteligencia de USA que hablaron bajo condición de mantener el anonimato.
"Las operaciones secretas muestran una relación mucho más profunda entre la agencia de espionaje y la contratista que la que han reconocido los representantes del Gobierno", denuncia el rotativo neoyorquino.
Los lazos entre la CIA y Blackwater se estrecharon, según la información, después de que algunos de los altos cargos de la agencia pasaran a la nómina de la compañía.
Las operaciones, que incluían el controvertido traslado de detenidos, tuvieron lugar entre 2004 y 2006. Eran los años más intensos de la insurgencia contra las tropas estadounidenses. Estas redadas conjuntas, al parecer, acabaron convirtiéndose en una "rutina". Según el rotativo, "se producían por la noche" y el personal de Blackwater desempeñaba un "papel central".
Es decir, los guardias de seguridad de Blackwater fueron supuestamente más allá de proporcionar a la CIA los servicios de seguridad contratados. Eso provocó, según el rotativo, que desapareciera "la supuesta línea que separa a la CIA, los militares y Blackwater". Estas revelaciones elevan aún más las dudas sobre la implicación legal de involucrar a contratistas civiles en operaciones ofensivas y de inteligencia ejecutadas por el Gobierno de USA.
"Existía el sentimiento de que Blackwater era eventualmente una extensión de la agencia", afirma el diario. La firma de seguridad, que ahora es conocida como Xe Services, y el servicio de inteligencia negaron la mayor sobre la participación conjunta en las operaciones clandestinas. La CIA se limita a decir que la contratista actuó como un "refuerzo", y precisa en este sentido que es algo permitido por la legislación de USA.
"La agencia, al igual que muchas otras, utiliza contratistas en funciones que complementan y mejoran las capacidades de nuestra propia fuerza de trabajo", precisó un portavoz de la CIA. Por su parte, Xe Services responde al artículo diciendo que su contrato no le permitía participar en operaciones como las que relata el rotativo neoyorquino, ni con la CIA ni con ningún otro departamento de USA.
"Toda afirmación sobre lo contrario, que haga cualquier organización noticiosa, es falsa", reiteró ayer un portavoz de la compañía. Ante la controversia que rodea a las operaciones de Blackwater, el director de la CIA, Leon Panetta, ordenó el pasado verano que se revisaran los contratos con la firma. La revelación del Times coincide con la investigación lanzada por la Comisión del Inteligencia de la Cámara de Representantes.
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