Por: Sorcha Faal y como lo informa a sus suscriptores Occidentales
Los informes del Kremlin sometidos al Primer Ministro Putin sobre el casi choque de la Tierra con el recién descubierto Asteroide 2009 DD45, que si le hubiese pegado a nuestro planeta hubiera desatado “la fuerza de mil bombas atómicas”, están librando una advertencia apocalíptica de que “ya no le queda tiempo” a nuestro mundo pues se dice que se acercan cambios catastróficos ya que la desestabilización de nuestro Sol y de todo nuestro sistema solar se acerca a su “punto culminante”
Se reporta que estas sombrías advertencias han sido emitidas por uno de los más importantes astrofísicos Rusos, la Dra. Marina Romanova (la de la foto) asignada actualmente al equipo colaborador de investigación EE.UU.-Rusia con el Grupo de Astrofísica de Plasma de Cornell en los Estados Unidos, y que es una de las más destacadas expertas del mundo en los complejos campos magnéticos que rodean las estrellas y sus asociados ‘flujos de embudo’ muchos expertos creen que son los responsables del rápido calentamiento de todo nuestro Sistema Solar.
Lo que no se les dice a los pueblos Occidentales por parte de sus medios de propaganda y sus fuentes del gobierno sobre los cataclísmicos acontecimientos que pronto caerán sobre nuestro planeta es que no sólo nuestro mundo está sufriendo una acumulación catastrófica en sus temperaturas sino que todos los planetas en nuestro sistema solar se está calentando también.
Esta acumulación de calor en todo el sistema solar no puede ser ignorado tampoco por los científicos del Occidente, pues la evidencia de esto existe hasta en el examen científico más rudimentario, pero por sus disparates al explicar este fenómeno estos mismos científicos se pasan de los más absurdos límites de la lógica como lo podemos ver en el siguiente ejemplo:
“La Tierra se está calentando desde hace poco pero también Marte, Plutón y otros mundos en nuestro sistema solar, llevando a algunos científicos a especular que un cambio en la actividad del sol es el hilo común que enlaza a estos horneantes eventos.
Otros arguyen que tales afirmaciones son engañosas y crean la falsa impresión de que el rápido calentamiento global, como lo está experimentando la Tierra, es un fenómeno natural.
Mientras que la evidencia sugiere que las fluctuaciones en la actividad solar pueden afectar el clima en la Tierra, y que lo ha hecho en el pasado, la mayoría de los científicos del clima y los astrofísicos concuerdan en que no se le debe culpar al sol por la actual e históricamente repentina elevación en las temperaturas globales de la Tierra, que parece ser más que nada un lío creado por nuestra propia especie”.
La Dra. Romanova señala en su reporte sobre estas absurdas declaraciones como las hechas por los científicos Occidentales de no culpar al Sol por el calentamiento de los planetas en nuestro sistema solar es una ‘hipocresía científica’ en la ‘más grande escala’ basada únicamente en las preocupaciones geopolíticas que no tienen nada que ver con la evidencia de que nuestro planeta está en ‘muy grave peligro’ de acontecimientos destructivos catastróficos con cada día que pasa.
Lo más concluyente del reporte de la Dra. Romanova, no obstante, es su afirmación de que la clase élite del mundo ha sabido desde hace mucho tiempo que estos cambios catastróficos están por llegar y que cada año que pasa han instilado en la gente común ‘tremendos temores’ de todo para mantenerlos ‘inactivos’ para que solamente los escogidos sobrevivan ante toda oportunidad de vida al cambiar nuestro planeta para siempre.
El reporte de la Dra. Romanova también hace la afirmación sorprendente de que lo que le está sucediendo a nuestro sistema solar ha sucedido muchas pero muchas veces antes de dejar a la Tierra, específicamente, devastada y obligada a reconstruirse a partir de lo que poco que queda y que toda cultura antigua en el planeta ha sabido esto y ha hecho advertencias a las futuras generaciones de qué esperar, cuando esperarlo y, lo más importante, cómo sobrevivir.
Nuevos informes de todo el mundo están confirmando las afirmaciones de la Dra. Romanova pues comienza a emerger nueva evidencia de la última civilización de la Tierra:
“En los años recientes, se han identificado petroglifos similares en los cinco continentes. Todos ellos datan desde casi el mismo período de tiempo. A finales del siglo 20, los arqueólogos descubrieron una colección de símbolos tallados en piedra como los petroglifos del desierto del Negev en Israel que aparecieron en escritura. El cálculo de la fecha de estos símbolos mostró que fueron hechos durante un extenso período de tiempo, comenzando alrededor del año 1700 antes de Cristo.
Esta extraña colección de símbolos fue examinada por primera vez por el Dr. James Harris, un experto en petroglifos y arqueólogo dela Universidad Brigham Young. Él identificó al alfabeto como perteneciente al sistema proto-Canaanita, que fue traducido exitosamente al utilizar sonidos fonéticos del antiguo Hebreo o Talmúdico.
Antes, William McGlone, un arqueólogo amateur e ingeniero espacial retirado, descubrió la misma colección de símbolos tallados en piedras profusamente cubiertas con pátina alrededor del pueblo La Junta, Colorado. La fecha de la pátina correspondió a la misma era de la escritura encontrada en Harkarkom en Israel.
Los petroglifos en Colorado fueron fotografiados y publicados en Internet. En un lapso de unos pocos años, imágenes de petroglifos similares fueron enviadas al sitio web donde se encontraban las mismas, Viewzone, por arqueólogos e historiadores de muchos lugares diferentes de todo el mundo. Esto incluía una colección de escrituras de la República de Yemen del lugar donde se encontraba el palacio de la Reina de Saba.
Extrañamente, tanto la escritura en Colorado como la de Yemen hablan de un evento similar, posiblemente relacionado con el Sol, que se profetizó cambiaría a la civilización humana”.
Lo más interesante de estos reportes son sus muchas relaciones con la investigación de Sorcha Faal en los descubrimientos Rusos del ADN que incluyen los siguientes:
“Únicamente el 10% de nuestro ADN se utiliza para construir proteínas. Es el subconjunto del ADN que es de interés para los investigadores Occidentales y está siendo examinado y clasificado. El restante 90% se considera ‘ADN basura’.
Sin embargo, los investigadores Rusos convencidos de que la naturaleza no es tonta, se unieron a los lingüistas y genetistas en una empresa para explorar ese 90% de ‘ADN basura’. ¡Sus resultados, hallazgos y conclusiones son sencillamente revolucionarios!
Según estos hallazgos, nuestro ADN no sólo es responsable de la construcción de nuestro cuerpo sino que sirve también como almacén de datos y de comunicaciones. Los lingüistas Rusos encontraron que el código genético – especialmente el aparentemente ‘inútil’ 90%- sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos.
Para este fin compararon las reglas de la sintaxis (el modo en que se colocan las palabras para formar frases y oraciones) la semántica (el estudio del significado en las formas del lenguaje) y las reglas básicas de la gramática. Encontraron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y que sí tienen reglas fijas al igual que nuestros lenguajes. Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron por coincidencia sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente.
El biofísico y biólogo molecular Ruso, Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron la conducta vibratoria del ADN. En resumen la esencia era: “Los cromosomas vivientes funcionan igual que una computadora holográfica usando radiación láser del ADN endógeno”. Esto significa que ellos se las arreglaron, por ejemplo, para modular ciertos patrones de frecuencia (sonido) en un rayo parecido al láser que influyó la frecuencia del ADN y de ese modo a la misma información genética.
Como la estructura básica de los pares de alcalinos DNA y del lenguaje (como se explica arriba) es de la misma estructura, no se necesita ninguna decodificación del ADN. ¡Uno sólo puede usar las palabras y oraciones del lenguaje humano! ¡Esto, también, fue probado en experimentos!”
Y si todas estas cosas se llevan a su más lógica, aunque impactante, conclusión, asevera que los seres humanos son la ‘máxima’ especie defensora de la Tierra creada con el único propósito de restaurar nuestro planeta después de que ocurre cada ciclo cataclísmico.
Por supuesto que habrá quienes disputen esto enérgicamente, pero, no pueden resolver la pregunta más fundamental, para comenzar, de quiénes somos como seres humanos, y eso está mejor articulado por el escritor Michael Brooks en su examen de las anomalías más intrigantes de la ciencia moderna:
“Nuestro instinto fundamental, nuestra experiencia es que tomamos decisiones para movernos, pensar, comer, robar, mentir, golpear y dar puntapiés. Hemos construido todo el edificio de nuestra civilización con esta idea. Pero la ciencia dice que este libre albedrío es una ilusión. Según los mejores neurocientíficos del mundo, somos máquinas cerebrales.
Nuestros cerebros crean el sentido de que algo dentro de ellas es el ‘tú’ que toma las decisiones. Pero es una ilusión, no existe un espíritu dentro de esa máquina. ¿Qué significa esto para nuestro sentido del yo? Y en cuanto a nuestra moral - ¿Podemos formarles juicios a las personas por actos sobre los que no tienen un control consciente?
Así que mientras nuestro planeta enfrenta lo que los antiguos predijeron sería el período de más y mayores pruebas en toda nuestra historia, se quedan sin saberlo aquellos que debería transmitir estas advertencias a los del futuro.
Fuente: Despabilar
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