La cicatriz es del tamaño de la Tierra. Tal es el producto del impacto de un cuerpo cósmico (asteroide) que se observó en estos días en Júpiter.
Esto, huelga decirlo, abre la brecha a la posibilidad, realmente terrible, de un impacto semejante sobre nuestro planeta.
Así , al menos, lo suponen los expertos en amenazas espaciales, sin saber si estamos en condiciones de enfrentarnos o cuando menos advertir a tiempo una amenaza semejante.
Sobre todo, por estas declaraciones:
"Es habitual que los cometas los encuentren los aficionados", señala Jacobo Aguirre, doctor en física e investigador del Centro de Astrobiología CSIC-INTA, "son los únicos que tienen tiempo para estar constantemente vigilando el cielo en busca de cambios".
Una pena que así sea. Pues hoy día la ociosidad solamente se define en temas baladí y a quienes investigamos estos asuntos, se nos ridiculiza. Si nuestra integridad como especie depende de tales aficionados, pues estamos mal.
jueves, 30 de julio de 2009
Impacto profundo en Jupiter
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