Un grupo de astrónomos estadounidenses descubren un nuevo planeta extrasolar, al que han bautizado como HD20945b, gracias a los telescopios Hubble y Spitzer, se han encontrado en el las marcas de agua, metano y dióxido de carbono. Este es un planeta cuya masa es unas 220 veces la de la Tierra (alrededor de 0,7 veces la masa de Júpiter) siendo la estrella que orbita una enana amarilla similar al Sol, se encuentra situado a unos 150 años luz de nosotros en la dirección de la constelación de Pegaso. La masa del planeta indica que lo más probable es que sea un gigante gaseoso. El radio de su órbita está a sólo 7 millones de kilómetros y es por tanto igual a 1 / 8 de la radio de la órbita de Mercurio, esta gran proximidad a su estrella indica que las temperaturas existentes en el mismo tienen que ser altísimas, alrededor de 1.000 grados kelvin.
HD 209458b es una de las piedras angulares de toda una serie de logros en la búsqueda de planetas extrasolares. De hecho, es el primer planeta extrasolar descubierto en tránsito por el disco de la estrella compañera, y el primero cuya atmósfera ha podido ser confirmada y observado directamente por técnicas espectroscópicas.
Ahora, es en el segundo exoplaneta en el que se han encontrado tres compuestos que son potencialmente importantes para el desarrollo de los procesos biológicos en los planetas que están en la denominada “zona habitable”. El primero, fue en diciembre de 2008, el HD 189733b, otro gigante gaseoso. La detección de estos elementos es importante dado que, a buen seguro en breve tiempo va a ser común encontrar las moléculas que tienen que ver con la vida en planetas extrasolares.
La abundancia relativa de agua y de dióxido de carbono son similares en los dos planetas, mientras que el metano es más abundante en HD 209458 b. Como mucho en una decada, es evidente, que vamos a encontrar las huellas químicas de la existencia de actividad biológica.
Fuente: NASA
Informado: http://escuadrondelaverdad.wordpress.com/
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