El estafador, mentiroso, ignorante y asesino Al Gore, estaba presentando su libro, en donde nos vomitará las mentiras de siempre, en una libreria en Chicago, hasta que fue confrontado por miembros del grupo “We are Change”.
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25 de noviembre de 2009 (LPAC).- Desde que Henry Kissinger salió huyéndole a un grupo de organizadores de LaRouche, en la parte de atrás de un camión repartidor en el Parque Central de la ciudad de Nueva York a principios de los 1980, no se había visto a un obeso fascista moviéndose tan rápido para escapar de una multitud enojada, como se vio hoy a Al Gore en Chicago. Al presentarse en una tienda de libros en el centro Loop, un grupo de manifestantes de un grupo de base llamado “We are Change” confrontaron a Gore, mientras firmaba su última diatriba fascista sobre la estafa del calentamiento global. Gore salió disparado de la tienda de libros, corrió por un callejón, saltó a un carro que esperaba y aceleró para irse, mientras que los manifestantes lo perseguían y golpeaban el carro. Organizadores del Movimiento de Juventudes LaRouchistas (LYM) del medio este, que estaban también en el lugar para confrontar su estafa de calentamiento global, fueron testigos oculares de la huida aparatosa del gordo Albert.
No hay lugar a dudas. Este encuentro breve es típico del tipo de cosas que están sucediendo por todo el país, en la medida en que los fascistas que han llevado a Estados Unidos al borde de la destrucción y al embate de una edad de las Tinieblas global, ya no pueden caminar por las calles, complacidos en la creencia de que literalmente pueden asesinar y salirse con la suya. La dinámica de huelga de masas se está manifestando en miles de formas, cada día, y las revelaciones recientes de los correos electrónicos que agarraron”con las manos en la masa” del centro de propaganda sobre el calentamiento global de la Universidad East Anglia, han vuelto un poco más miserable la vida de Al Gore.
Como escribe Percy Shelley en “La máscara de la anarquía”, “Nosotros somos muchos, ellos son pocos”.
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