De la ESA el observatorio espacial Herschel ha puesto de manifiesto la existencia en la Nebulosa de Orión de huellas digitales de compuestos orgánicos que son precursores de la vida. Esto ha sido posible gracias a las herramientas del Instrumento eterodino del infrarrojo lejano (HIFI) que facilita la detección de moléculas orgánicas en el espacio.
El espectro nos muestra la existencia de un nutrido grupo de moléculas en cada uno de los denominados “picos” que representan la radiación asociada a las moléculas específicas. La nebulosa de Orión se ha destapado como uno de las más prolíficas. En el estudio se han identificado agua, monóxido de carbono, formaldehído, metanol, óxido de azufre, cianuro de hidrógeno y dióxido de azufre junto a otros isotopos similares.
“Este estudio constituye una de las más ricas fuentes de información que jamas se ha realizado en el espacio, con esto se espera comprender mejor la química estelar”, nos comenta el investigador Edwin Bergin de la Universidad de Michigan del programa HEXOS.
“Hemos obtenido este espectro en unas pocas horas. Las moléculas orgánicas se encuentran extendidas por todas partes y se puede ver algunas de ellas incluso a niveles muy bajos de intensidad”, comenta Frank Helmich investigador del HI-FI perteneciente al SRON Netherlands Institute for Space Research.
Todo esto constituye una prueba mas de que no estamos solos en el Universo, cualquier planeta que orbite la zona habitable de una estrella a buen seguro deberá albergar vida.
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