La erupción del Eyjafjallajokull fue sólo el inicio. Thorvaldur Thordarson, experto en volcanes islandeses por la Universidad de Edimburgo, señala que podríamos estar al borde una nueva era de actividad volcánica en la zona. Los movimientos telúricos en Islandia durante la última década sugieren que el área está por entrar a una fase más activa, que incluiría varias erupciones más.
En 1998, Gudrún Larsen, de la Universidad de Islandia en Reykjavik, empleó cerca de 800 años de datos sobre capas de lava, núcleos de hielo y estadísticas que muestran que los volcanes del país atraviesan ciclos de alta y baja actividad. De acuerdo a Thordarson, la actividad volcánica en Islandia parece seguir una periodicidad de 50 a 80 años, por lo que el despertar del Eyjafjallajokull parece anunciar la llegada de una era turbulenta.
A juzgar por la actividad volcánica y telúrica de los últimos años, Thordarson cree que Islandia está a las puertas de un ciclo de alta actividad. Los científicos calculan que podría durar cerca de 60 años, y la actividad sería mayor entre 2030 y 2040. Así que, si creemos que son muchos los estragos que provoca la ceniza del Eyjafjallajokull, habrá que irnos acostumbrando, porque todo indica que vienen momentos negros para el transporte aéreo al Viejo Continente.
“Se ha detectado un proceso de vitrificación en los motores de un F-16 que no ha causado un accidente”, ha declarado un funcionario de la OTAN. La ceniza volcánica se convierte en vidrio a altas temperaturas cono las de un reactor como el F16, que tiene un solo motor.
La fuente no ha dado más información sobre cuando se produjo el vuelo ni en qué lugar, salvo que se produjo en Europa.
“Esto es un asunto muy, muy serio que en un futuro no muy lejano tendrá impacto real en los medios militares si el asunto de la nube de ceniza no desaparece”, ha añadido.
Por este motivo, la OTAN ya está disminuyendo algunos de sus ejercicios militares. “Pueden volar pero es peligroso“, ha declarado la fuente, que ha advertido que si el espacio aéreo está cerrado “es por un motivo”.
La ceniza volcánica es abrasiva y puede dañar las superficies aerodinámicas y paralizar el motor de un avión. También pueden dañar los sistemas electrónicos de la nave.
INFORMO: http://algoestacambiando.wordpress.com
En 1998, Gudrún Larsen, de la Universidad de Islandia en Reykjavik, empleó cerca de 800 años de datos sobre capas de lava, núcleos de hielo y estadísticas que muestran que los volcanes del país atraviesan ciclos de alta y baja actividad. De acuerdo a Thordarson, la actividad volcánica en Islandia parece seguir una periodicidad de 50 a 80 años, por lo que el despertar del Eyjafjallajokull parece anunciar la llegada de una era turbulenta.
A juzgar por la actividad volcánica y telúrica de los últimos años, Thordarson cree que Islandia está a las puertas de un ciclo de alta actividad. Los científicos calculan que podría durar cerca de 60 años, y la actividad sería mayor entre 2030 y 2040. Así que, si creemos que son muchos los estragos que provoca la ceniza del Eyjafjallajokull, habrá que irnos acostumbrando, porque todo indica que vienen momentos negros para el transporte aéreo al Viejo Continente.
La nube de ceniza afecta los motores de un avión de guerra de la OTAN
- Fuentes de EE.UU. consideran muy serio el incidente
- Contradice los vuelos de compañías aéreas que no detectaron problemas
- La presencia de Clinton en la cumbre de la OTAN peligra
“Se ha detectado un proceso de vitrificación en los motores de un F-16 que no ha causado un accidente”, ha declarado un funcionario de la OTAN. La ceniza volcánica se convierte en vidrio a altas temperaturas cono las de un reactor como el F16, que tiene un solo motor.
La fuente no ha dado más información sobre cuando se produjo el vuelo ni en qué lugar, salvo que se produjo en Europa.
“Esto es un asunto muy, muy serio que en un futuro no muy lejano tendrá impacto real en los medios militares si el asunto de la nube de ceniza no desaparece”, ha añadido.
Por este motivo, la OTAN ya está disminuyendo algunos de sus ejercicios militares. “Pueden volar pero es peligroso“, ha declarado la fuente, que ha advertido que si el espacio aéreo está cerrado “es por un motivo”.
La ceniza volcánica es abrasiva y puede dañar las superficies aerodinámicas y paralizar el motor de un avión. También pueden dañar los sistemas electrónicos de la nave.
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