A muchos les ha pasado desapercibido un Simposio Internacional celebrado en Gante, Bélgica entre el 28 y el 30 mayo 2010, sobre climatología en el que se reunieron científicos de todo el mundo. En este Simposio un grupo nutrido afirmaron que “la manipulación del clima mediante la modificación de cirros no es ninguna patraña, ni tampoco una broma, y mucho menos una teoría de la conspiración.” Es “algo totalmente real y operativo”, con una dilatada vida de nada menos que setenta años de historia. A pesar de que la modificación climatológica fue prohibida por la Convención de la ONU en el año 1978, en la actualidad se está empleando como salvador del cambio climático y para evitar la escasez de agua.
“En apariencia, en los últimos años ha habido un descenso en el apoyo a la investigación de la modificación del clima, a causa de que la tendencia es pasar directamente a los proyectos operacionales.” Así fue dado a conocer por la Organización Meteorológica Mundial, en el año 2007.
Un ejemplo de una de las primeras modificaciones climáticas lo tenemos en el año 1915 en el que Rainmaker Charles Hatfield, llevo a cabo una prueba que ocasionó la declaración de zona catastrófica gran parte de la ciudad de San Diego en Estados Unidos.
La única conspiración que podemos encontrar en este asunto de geoingeniería climática es que la mayoría de los gobiernos y la industria se niegan a admitir públicamente lo que cualquier persona puede ver con sus propios ojos. Las investigaciones realizadas por expertos está disponible para cualquiera que esté dispuesto y sea capaz de maniobrar en el laberinto de las revistas científicas. Así, si bien existe una cierta divulgación sobre el tema, falta una explicación viable para el público en general.
Este asunto lo podemos encontrar bajo una variedad de nombres como pueden ser: geoingeniería atmosférica, modificación del clima, gestión de la radiación solar, efecto tampón químico, siembra de nubes y multiplicación Meteorológica de Fuerza. Estas tóxicas fumigaciones aéreas es popularmente conocida por el público en general como chemtrails. Sin embargo, esta no es más que una técnica utilizada para modificar el clima. La práctica de la modificación ambiental es amplia y se hace uso de diferentes técnicas científicas, encontrándose esta bien financiada.
El Simposium celebrado este año fue organizado por el Grupo de Belfort, que ha estado trabajando durante los últimos siete años para concienciar a la opinión pública de la existencia de sustancias tóxicas en las fumigaciones aéreas. En dicho Simposium se incluyeron pruebas fehacientes de fumigaciones realizadas en Europa, como son las realizadas en Grecia, Alemania, Holanda, Francia y también en los EE.UU. El grupo Belfort publicó cinco vídeos muy claros y comprometedores.
El Dr. Vermeeren, de la Universidad Tecnológica de Delft, presentó un informe científico titulado el “PROYECTO NARANJA: manipulación climática y programas de modificación llevados a cabo por los Estados Unidos y sus aliados.”
La puesta en conocimiento del Proyecto Naranja fue presentado por unos científicos (de forma anónima) al Grupo Belfort para su divulgación. Este mismo proyecto ha sido enviado a su vez a todas las embajadas, a las agencias de noticias y a todos aquellos grupos interesados para su divulgación y conocimiento.
En el informe se hace mención al proyecto HAARP (el High Frequency Active Auroral Research Program), que es un proyecto militar que trata sobre la modificación a través de la ionosfera, en el que se demuestra como se puede modificar de forma electromagnética y electrostáticamente el clima mundial, a la par que se dio a conocer otros sistemas desconocidos para manipular el medio ambiente.
A diferencia de otros informes que no hablan sobre las repercusiones en la salud, en el Proyecto Naranja existen varios apartados que tocan en profundidad este tema.
En el Proyecto Naranja es rechazado el termino “chemtrail” dado que es empleado por los conspiracionistas aficionados en beneficio de la siguiente definición: “estelas de vapor persistentes” para describir estas estelas químicas. Por lo tanto el termino “Estelas persistentes” será empleado de ahora en adelante para describir aquellas observaciones nubosas que contienen aditivos y que alteran el clima.
En el Proyecto Naranja se demuestra también como la geoingeniería climática se está empleando a fondo en diversas partes del mundo. Los autores se quejan de que no existe conciencia de las numerosas denuncias realizadas sobre los problemas de salud que se pueden ocasionar, evidentemente deliberadamente por parte de algunos grupos farmacológicos.
El Dr. Vermeeren dio a conocer sus propias observaciones y conclusiones, pero pasó la mayor parte de su tiempo dando a conocer lo que era en si el Proyecto Naranja. Él admitió abiertamente la existencia de estelas persistentes.
En el Proyecto Naranja se puede ver como se ha estado haciendo uso de geoingeniería en el mundo durante al menos 60 años. Fue utilizada como arma de guerra en Hamburgo por parte de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, fue utilizado también en el conflicto de Vietnam por parte de los EE.UU.. como fue dado a conocer en su momento por el periodista Jack Anderson, en el Senado en el año 1972. Por activa y por pasiva los funcionarios militares negaron el uso de esta tecnología pero… más tarde una carta privada del Secretario de Defensa Melvin Laird admitió que era cierto lo que este periodista había dado a conocer.
La modificación climática utilizada como arma fue prohibida finalmente en 1978 en un tratado, así consta en el Proyecto Naranja.
Sin embargo, dicha prohibición no es aplicable, lo podemos observar claramente con la continua aparición en nuestros cielos de esas “dichosas estelas” y con los continuos reportes sobre el incremento de las temperaturas globales y la degradación del agua.
En el Informe Naranja consta la Operación Stormfury llevada a cabo en el año 1963 en el que un avión, el Douglas DC6-B fue preparado para la siembra de nubes.
En el Informe (o Proyecto) Naranja se hace mención a la existencia de numerosas patentes existentes que pueden modificar el clima de muy diversas maneras. Se muestra incluso las proporciones de materiales empleados como puede ser partículas metálicas en un 85%, un 15 % de sílice coloidal y gel de sílice para producir una estela de estabilidad que permanezca entre una y dos semanas.
En el 2009, unos investigadores publicaron como modificar las nubes de tipo cirro para reducir el calentamiento global.
En el Informe (Proyecto) Naranja revela la existencia de una patente de 1991 en poder de Hughes Aircraft Company en la que se puede encontrar 18 formas diferentes para reducir el calentamiento global a través de la siembra en la estratosfera con partículas de aluminio, con óxido de torio y cierto material refractario.
La empresa Hughes Aircraft fue adquirida por Raytheon (una empresa contratista del departamento de defensa) en 1997, la misma compañía adquirió también el contrato para el uso de sistemas HAARP.
En el Informe Naranja podemos encontrar pruebas de que Raytheon está controlando en la actualidad la meteorología. Los autores del informe recomiendan demandar a las empresas privadas contratadas para la realización de estas practicas en vez de a los gobiernos.
En el Informe Naranja se sugiere que la geoingeniería ha encontrado nueva vida con el asunto del calentamiento global. A antiguas patentes se les ha sacudido el polvo dado que algunas empresas privadas han visto la posibilidad de ganar importantes sumas económicas con sus proyectos de modificación climática.
Por ejemplo: desde el año 2007, el multimillonario e informático Bill Gates ha gastado por lo menos 4,5 millones dólares en investigación de geoingeniería (Así consta en el Informe Naranja).
En el Proyecto Naranja se habla de un dominio total del clima mundial en las inmediaciones del año 2025.
En el Proyecto Naranja se habla de un informe existente de 1996 por parte de altos jefes militares de EE.UU. en el que se habla del tiempo como multiplicador de la fuerza de cambio climático, señalando el año 2025 como el año de la culminación de todos los proyectos y el control total del clima, y se detalla como es necesario realizar determinadas fumigaciones en unas horas dadas y días para conseguir llevar a efecto esa idea.
En el informe -que hace mención a un estudio de el año 2008- consta la información de que en el año 2000 se iniciaría la puesta en marcha de espejos iónicos para la modificación climática.
En el año 2004 se puso en marcha el desarrollo de nubes inteligentes a través de nanotecnología, y que en la actualidad se está empleando ya a fondo.
El equipo de investigación llega a la conclusión de que los programas de control climático, controlado por los militares, y aprobado por los gobiernos, están en silencio a cabo a fin de evitar los peores escenarios. Los dos instrumentos básicos son el control de temperatura a través de la generación de nubes artificiales y la manipulación de la ionosfera a través de los calentadores de la ionosfera.
En el informe fue publicado las siguientes imágenes proporcionadas por un ex meteorólogo del Servicio Meteorológico de Ontario, mostrando los planes de pulverización para Europa para el 06 de diciembre 2008:
“Los sistemas de pulverización estuvieron organizados en un orden lógico para que el conjunto de Europa estuviera cubierta en un período máximo de 3 días”.
En cuanto a clima-Gate se refiere, los autores sugieren que la Universidad de East Anglia manipuló deliberadamente los datos del clima para preparar gradualmente a la población mundial para su futuro en un planeta mucho más caliente. También citan la investigación que apoya la idea de que el cambio climático es real.
Estas “estelas persistentes”, sin embargo, “tienen un impacto devastador en los ecosistemas del planeta y la calidad de vida en general.” En el Informe Naranja también se recomienda una inmediata y completa divulgación de las actuales actividades ENMOD al público.
En el Informe Naranja se hace constar los casos de China y Rusia que admitieron abiertamente la siembra de nubes como una practica común, mientras que los EE.UU. niega tales actividades. Los EE.UU. no permiten las pruebas al aire libre de armas químicas y biológicas, pero no bajo la ley los autores citados, que parafrasea:
El secretario de Defensa podrá llevar a cabo pruebas y experimentos que implican el uso de agentes químicos y biológicos sobre las poblaciones civiles.
O la de derecho público de los Estados Unidos, la Ley 95-79, Título VIII, sec. 808, July 30, 1977. 808, 30 de julio de 1977.
Codificada como 50 USC 1520, en virtud del Capítulo 32 sobre Química de Guerra Biológica, la Ley Pública 85-79 que fue derogada en 1997 por la Ley Pública 105-85. En su lugar, la 15 USC 1520a establece algunas restricciones. La 50 USC 1512, sin embargo, permite pruebas al aire libre de productos químicos y biológicos. Por lo tanto los autores del Informe Naranja afirman que estos programas son legales en los EE.UU.
Para finalizar se recomienda a la población mundial que recoja evidencias de la presencia de estas estelas de muerte, de modificación, alteración que tienen como finalidad el colapso terrestre. Se recomienda también la creación de sociedades civiles que se encarguen de recoger las pruebas y denuncias por parte de la ciudadanía, algo similar a lo que sería el defensor del consumidor (por ejemplo).
En virtud de ello, les ruego que cuando vean estas estelas las fotografíen, las filmen, aunque sea con el teléfono movil, que las suban de momento a internet hasta que se pongan en marcha las entidades civiles encargadas de gestionar dichas pruebas.
Fuente:
Pueden ver el Simposium sobre estelas químicas clicando AQUÍ
Eduardo
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