La República/TeleSUR – 18:54h. del Sábado, 28 de agosto
Kurt Sonnenfeld, el camarógrafo gubernamental que filmó imágenes cruciales del World Trade Center en Nueva York (Zona Cero) luego que las Torres Gemelas colapsaran, el 11 de septiembre de 2001, está enfrentado extradición desde Argentina hacia Estados Unidos (EE.UU.) acusado de presunto asesinato de su exmujer, cargo por el que ya fue absuelto tras comprobarse que se trató de un suicidio.
La importancia de Sonnenfeld radica en su afirmación de que el 11 de septiembre fue una mentira, un hecho por el que ha sido perseguido en EEUU, según apunta su estátus de refugiado político.
Sus tésis, basadas en la exploración del terreno en días posteriores a los atentados, desmontan tajantemente la versión oficial dada por la Administración norteamericana y desvelan una serie de hechos, de extrema gravedad, que no han sido dados a conocer a la opinión pública mundial, puesto que revelan que los atentados habrían sido “preparados” al milímetro por elementos internos del Gobierno y el Ejército de EEUU.
Argentina le suministró estatus provisional de refugiado hace siete años.
Sonnenfeld, quien vive en Buenos Aires con su familia argentina, afirma que la filmación prueba que el 11 de septiembre fue una mentira y basa su argumento en unas 22 horas de imágenes que las autoridades de EE.UU. pretenden esconder.
Se trata de un caso parecido al de los papeles de Wikileaks, aunque iniciado con anterioridad.
La gravedad de lo revelado es todavía mayor si cabe a la de los crímenes de guerra perpetrados por los aliados en Afganistán, pues incurre en el cuestionamiento del “casus belli” inicial que permitió que, desde entonces, EEUU iniciara diversos golpes militares en varias zonas del planeta, que han costado la vida a millones de personas.
Las autoridades estadounidenses han querido ver la filmación de Sonnenfeld en varias ocasiones, pero el camarógrafo ha afirmado que sólo entregará la cinta a expertos que analicen la evidencia.
“Yo prometí entregar mi filmación a los grandes investigadores que son creíbles y ampliamente conocidos, investigadores que serán capaces de detectar anomalías que yo u otras personas sin educación científica no podemos captar. Con esto en mente, espero que hay muchas cosas que ellos pueden descubrir que desmiente la historia oficial actual de lo que ocurrió”, afirmó Sonnenfeld a la prensa internacional.
Sonnenfeld ha indicado en reiteradas ocasiones que su vida podría correr peligro si retornara a Estados Unidos para enfrentar un juicio.
Por otro lado, la Policía de la ciudad de Denver (centro de EE.UU.) ha afirmado que posee evidencias que prueban que Sonnenfeld asesinó a su esposa.
Sin embargo, algunos activistas norteamericanos, que hicieron campañas para que le fuera otorgado al camarógrafo el estatus de refugiado en Argentina, consideran que las afirmaciones de los efectivos policiales son falsas.
Adicionalmente, los familiares del camarógrado afirman que son objeto de vigilancia y que su línea telefónica está intervenida.
La teoría de Sonnefeld sostiene que altos funcionarios del Gobierno estadounidense estaban al tanto de los ataques a las torres gemelas en el 2001 antes de que sucedieran y agrega que por esto ha sido víctima de un complot en el país del norte, con el fin de silenciarlo.
En el momento de los hechos del 11 de septiembre, Sonnefeld era camarógrafo de una agencia federal, razón por la cual tuvo acceso ilimitado a la zona cero.
Durante la filmación, Sonnefeld vio muertos, se adentró en los escombros y hasta fue el encargado de proporcionar las imágenes del desastre a la prensa internacional.
“Todo lo que se difundió y ustedes pudieron observar por televisión, seguramente lo definí yo”, dijo el camarógrafo en una oportunidad.
Desafortunadamente, Sonnefeld captó, mientras recopilaba las imágenes del World Trade Center, algo que presuntamente no debía y su vida cambió drásticamente.
Kurt Sonnenfeld fue parte activa de FEMA (Federal Emergency Management Agency), una agencia de información gubernamental que toma a su cargo el seguimiento de las catástrofes, los desastres naturales -y no tan naturales- que ocurren en los Estados Unidos.
Como camarógrafo tuvo a su cargo la documentación en imágenes del “Ground Zero”, el centro neurálgico del ataque terrorista. A partir de entonces, y de ser acusado sin pruebas por un crimen que no cometió, Kurt Sonnenfeld se transformó en un “perseguido”. Y es que en sus tareas de investigación en la zona reservada sólo a organismos oficiales, algo vio. Algo que sin dudas no debía ver, y que decidió no entregar como información a las autoridades.
Fue así que la cárcel, la tortura, le persecución por parte de los servicios secretos de los Estados Unidos, y un exilio forzado que lo llevó hasta Buenos Aires, se hicieron cotidianos en una vida que a partir del 11-S cambió definitivamente su rumbo.
Fuente : La Republica
Informo: http://movimientoantinwo.wordpress.com
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