Está más que sabido que la gripe porcina fue manufactura de un laboratorio militar de Estados Unidos. El objetivo, muchisimos, quizá, paliar la crisis financiera del país (que se quedó sin fondos luego de la guerra inventada de Irak) obteniendo ingresos cuantiosos con las farmaceuticas. O quizá simplemente reducir la población contaminante siguiendo los principios de Al Gore.
Sea cual sea la razón, están usando el miedo para tener aglutinada y en vilo a la población. En este muy bien redactado articulo, enviado por nuestro amigo y colaborador Kukulk4n , reflexionamos si es cierto o no lo que nos quieren hacer creer que el virus escapó de los cerdos para propagarse en los humanos.
Esa es la más notoria evidencia, que ningun medio de comunicación se atreve siquiera a mencionar, de que todo ha sido un tinglado de EUA, más precisamente de ciertos sectores de élite que manejan el poder.
A este respecto es interesante rescatar este antiguo escrito, titulado, Los protocolos de los Sabios de Sion, criticado, controvertido, muchas veces aceptado y otras tantas rechazado, sobre lo que sucede a nivel mundial.
En el protocolo X, menciona:
19.- Sabéis muy bien vosotros que para que estos deseos se realicen es necesario perturbar constantemente en todos los
pueblos las relaciones entre ellos y sus gobiernos, con el propósito de cansar a todo el mundo con la desunión, la
enemistad, el odio y aun con el uso de la tortura, mediante el hambre, mediante la inoculación de enfermedades,
mediante la miseria, para que los GOYIM no encuentren otra salvación que tomar refugio en nuestra plena y absoluta
soberanía en dinero y en todo aquello.
No debe olvidarse algo importantisimo - y destaquémoslo: importantisimo -: La Gripe porcina es un producto de tres cepas: aviar, porcina y humana, de distintos continentes, USA, ASIA, EUROPA. Tal unión es imposible salvo por intervención humana!
Ahora, el articulo que mencionabamos:
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El miedo social se magnifica con la inestimable contribución de los medios de comunicación, que seleccionan espeluznantes imágenes de atentados, de víctimas de la más irracional delincuencia —la televisión parece “El Caso”(1)—, de cadáveres, de enfermos y de preocupados transeúntes que van o vienen pertrechados con mascarillas de papel. Porque la delincuencia, el terrorismo y las enfermedades contagiosas generan alarma social, sí; pero la parafernalia de que los revisten los media, en el ejercicio de su labor deformativa, aumenta los efectos de esa alarma social en miles de veces.
Siempre estuvo clara la relación entre el miedo y la religión, pero sólo mucho más recientemente se han trazado reglas científicas precisas que permiten manipular la mente humana a través del mecanismo de las emociones. Y el miedo, como ya anticipó Maquiavelo, es la más rentable de las emociones políticas. La moderna psicología ha sido espléndidamente financiada para estudiar las vulnerabilidades de la personalidad; y sabe que la persona, ante la percepción de un peligro grave, llega incluso a desarrollar una neurosis como consecuencia de la angustia. La educación en las escuelas y a través de la televisión —único educador de algunos— ha hecho el milagro de convertir a los hombres en ratones experimentales, mediante cuyo control emocional, lo mismo se les empuja a comprarse un coche de lujo que se les convence de la justa causa de una guerra… ¡O de que no es momento de alzarse contra la banca, aunque les haya arruinado la vida, porque pueden perderla muy pronto a causa de una pandemia de cualquier oportunísima y puerca gripe!
Pero, por fortuna, las personas reaccionan de muy distinto modo ante situaciones similares, mostrándose más o menos vulnerables ante la percepción objetiva del peligro. Y hay personas invulnerables al miedo, nadie sabe muy bien por qué. De hecho, como los demás no encuentran explicación a su entereza en situaciones de general pánico, y se trata de gente que ha perdido el miedo a la soledad y al rechazo social, son, en general, considerados unos inadaptados. A mí se me parecen más a esos héroes griegos, hijos de algunos dioses, que deambulaban por el mundo con una misión suprema, ajenos por completo a las pasiones humanas y a sus miedos inherentes. Personajes como Eneas, en cuya alma insufló Venus la suprema misión de la fundación de Roma; y que navegó el Mediterráneo y arribó exhausto a Cartago, donde, tras disfrutar del amor de la princesa Dido, no dudó en abandonarla a su destino de enamorada suicida para seguir con esa misión suprema, ajeno a todo. Y es que ambos, héroes y periféricos (outsiders o inadaptados o friquis), son absolutamente ajenos a la culpa, al arrepentimiento y, sobre todo, al miedo.
Uno de esos raros seres, amigo de siempre, señalando en un periódico algo sobre la fiebre porcina recién declarada en Méjico, que amaga con un holocausto, me decía ayer mismo, a la hora de almorzar:
—Otro atentado. Ahora una pandemia, lo que nos faltaba… A esta gentuza hay que responderle de manera contundente. Si los virus de los animales pudieran mutar de esta manera tan letal, la raza humana no existiría desde hace evos. —Y me guiñó el ojo entonces—: ¿No encuentras curioso que hayan elegido al cerdo como animal transmisor de esta enfermedad, providencial para sus intereses? ¿Precisamente uno cuya carne está proscrita en la alimentación de los judíos, propietarios mayoritarios de las multinacionales farmacéuticas?
—Bueno, corrobora que se trata de un animal maldito para los que ignoran las delicias del ibérico devora-bellotas. Pero en Europa ya hemos tenido diversas epidemias de fiebre porcina y, aunque son una verdadera catástrofe económica, sabemos cómo resolverlas —le respondí, intentando tranquilizarle como si fuera un ser normal y asustadizo—, aunque nos costará, claro está, el sacrificio de millones de cerdos…
—Si, en vez de a todos esos millones de cerdos, exterminásemos tan sólo a unos pocos miles —aseguró con la convicción de un Premio Nobel de la Paz—, pero bien escogidos: banqueros, políticos, propietarios de algunos medios y de las grandes multinacionales farmacéuticas, las pandemias mortales desaparecerían, como por encantamiento, de la faz de la tierra. Y con ellas, también la miseria, la indignidad y el miedo.
Y pensé yo que eso era, a pesar de su improcedencia, lo más probable, en efecto.
MESS
ACTUALIZACIÓN DE DATOS: (29/4/2009, 17:00) Contabilizados 165 muertos en Méjico, donde se ha declarado la situación de emergencia nacional. Hay 10 casos (parece ser que leves, 3 de ellos ya de alta) en España, de entre 53 en observación. A todos los enfermos se les está suministrando Oseltamivir, un producto del que España tiene hecho buen acopio, y que distribuye, bajo el nombre comercial de Tamiflu, la empresa farmacéutica multinacional Roche. ¡Y cómo están subiendo sus acciones en todas las bolsas internacionales! El virus es resistente al antiviral genérico Amantadine, mire usted qué penosa casualidad, porque no lo controla ninguna multinacional. La propietaria de la patente de Tamiflu es Gilead Sciences Inc., cuyo ex-presidente y actual accionista mayoritario es Donald Rumsfeld, el súper-boss del lobby judío ultraconservador norteamericano. ¿Tiene algo que ver la eclosión de esta pandemia con la decisión del Presidente de los EEUU de publicar los informes secretos sobre torturas que salpican a Rumsfeld, Cheney, Rice, Tenet y Goss (CIA) como posibles responsables de delitos contra la Humanidad?
No hay ni una sola explotación ganadera afectada de gripe porcina en todo Méjico. Lo acaba de confirmar nuestra flamante nueva Ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ex-Secretaria de Estado para Iberoamérica. ¿De dónde proviene, pues, el brote de la enfermedad?
Precisamente, el 18 de abril de 2009 —¿casual?—, el Ejército Norteamericano realizó un simulacro conjunto con 25 países sobre el supuesto de una pandemia por gripe aviar: Anguilla, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Islas Vírgenes Británicas, Dominica, República Dominicana, El Salvador, Grenada, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Montserrat, Nicaragua, Panamá, San Kitts & Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Turks y Caicos, y Costa Rica.
El 18 de febrero de 2009, El Público decía: “Una pandemia de gripe será inevitable, y probablemente no habrá suficientes medicamentos, vacunas, personal sanitario y camas en los hospitales para hacerle frente de manera adecuada”. Para luego cantar loas a Roche y a su nueva planta de antivirales de Burgos, que Zapatero inauguraría en breve. ¿Se puede ser más oportuno?
Mucho antes, el 12 de abril, una informadora anónima revelaba con todo lujo de datos, en el programa The Power Hour, la preparación de un golpe por parte del ejército USA para la extensión de la gripe aviar (H5N1, no H1N1) en ese país, donde se estarían habilitando los campos de concentración para aislar a la población afectada. El audio fue censurado en You Tube, pero han vuelto a subirlo. El que sepa inglés lo tiene aquí. Resulta espeluznante, aunque quizá se tratase de la preparación de las maniobras a que hacemos alusión más arriba.
27 de abril, Organización Mundial de la Salud: La Directora General ha elevado el nivel de alerta de pandemia de gripe de la actual fase 3 a la fase 4. Habida cuenta de la presencia generalizada del virus, la contención del brote no es viable. La atención se debería centrar en las medidas de mitigación. ¡Rumsfeld es mucho más millonario hoy que ayer, pero menos que mañana! El País: Keiji Fukuda, experto en epidemiología de la Organización Mundial de la Salud, informa de que las muertes en Méjico por influenza eran personas con “otras patologías”, es decir con otras enfermedades, y que se trata de un virus de la gripe “suave”.
28 de abril, Juan I, Crespo: En la gripe de 1918, las bolsas americanas cayeron un 18% a lo largo de unos meses. Ahora, en la de 2009, se prevén caídas de un 10%, aproximadamente, en un par de semanas.
29 de abril: Margaret Chan, Directora General de la OMS, elevó el grado de alerta a 5. El máximo es 6, que indica pandemia total. La fase 5 se caracteriza por la propagación del virus de persona a persona al menos en dos países de una región de la OMS. Aunque la mayoría de los países no estarán afectados en esta fase, la declaración de la fase 5 es un indicio claro de la inminencia de una pandemia y de que queda poco tiempo para organizar, comunicar y poner en práctica las medidas de mitigación planificadas.
(1) El Caso era un semanario sensacionalista, que se publicó entre 1952 y 1987, cuyo contenido era muy similar a tantos programas de televisión amarillistas actuales en los que desmenuzan crímenes y amenazas para deleite y/o acojono de las amas de casa y de los exhaustos trabajadores manuales, apoltronados en el sofá de casa. >>
Fuente : Acratas
Además, en este vídeo, el experto en guerra biológica explica que fue un tal Robertson quien, trabajando para una empresa europea, combinó las cepas del virus de la gripe aviar, con el de la gripe española para crear esta epidemia:
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