Mientras que Ucrania se encuentra oficialmente en medio de una pandemia, y con la ley marcial impuesta, a pocos kilómetros de distancia de la frontera, Polonia ha rechazado de plano la vacunación.
El Primer Ministro polaco, Donald Tusk, acusó el 06/11/2009 a las compañías farmacéuticas por querer trasladar la responsabilidad de los posibles efectos secundarios de las vacunas contra la gripe H1N1, así ha justificado Polonia el rechazo a comprar las vacunas.
“Sabemos que las empresas farmacéuticas que venden estas vacunas contra la gripe H1N1 no quieren asumir la responsabilidad de los efectos de estos preparativos realizados por ellas”, dijo Tusk a la prensa. Se niegan a comprar estas vacunas, porque saben que la responsabilidad del Estado es muy importante, cuando los riesgos los deberían de asumir las farmacéuticas. Estas empresas están poniendo y exigiendo cláusulas que no se ajustan a la legislación polaca, y que por contra hacen recaer toda la responsabilidad al gobierno del país por los posibles efectos secundarios y los problemas derivados.
Recordamos, que también en Finlandia, por ahora, la vacuna contra la gripe porcina se vende en las farmacias, que pueden comprar los afectados bajo su propia responsabilidad, el Gobierno finlandes no se hace responsable de su distribución ni tampoco de la financiación.
Aquí todos se están lavando las manos, ¿Quién o quienes son los responsables de los efectos secundarios graves que pueda ocasionar la vacuna? ¿Quién tiene la obligación de hacerse cargo y pagar? Estamos ante un problema muy serio que requiere una rápida intervención, aclaración y legislación por parte de los gobiernos, se deben de exigir responsabilidades.
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