Lo habían pronosticado ayer. Sin embargo, la violencia de los vientos shockeó igual a los uruguayos que no dejan de sorprenderse con las imágenes que llegan desde Punta del Este.
Este balneario, uno de los más importantes del país, amaneció destrozado por un temporal de fuertes lluvias. La Dirección Nacional de Meteorología dispuso alertas en todo el país.
En la terminal de ómnibus de la ciudad se voló parte del techo, así como los de viviendas de zonas precarias cercanas a la localidad de La Barra. En el puerto esteño yates de lujo fueron golpeados y dañados contra las rocas y los muelles. Las calles de Punta del Este están inundadas y sigue un corte de energía por un incendio en una estación de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE).
Yo siempre digo que nuestra tarea debe ser como la de un meteorólogo: si con lo que informamos podemos prevenir desastres, pues mejor. Por ejemplo, hoy se sabe que Colombia es uno de los lugares con más riesgo de padecer una catástrofe natural, no saberlo es clave en todos estos asuntos. Debemos saber. Porque saber nos indicará donde ir y qué hacer en momentos críticos. Es la única forma.
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