viernes, 4 de diciembre de 2009

¿Qué pasa que los grandes medios ignoran o desestiman el escándalo del Climagate?


El escándalo del Climagate (la publicación de miles de mails de referentes científicos que tergiversaron datos para sostener la teoría del cambio climático de causas antropocéntricas) casi no ha logrado repercusiones en los medios nacionales de la Argentina. Sólo una vergonzosa nota en La Nación da cuenta de manera tendenciosa de lo que que está pasando con este escándalo a pocos días de iniciarse la Cumbre del Cambio Climático en Copenaghue. En España, los diarios El País y El Mundo relativizaron la situación. ¿Cómo es que los grandes medios no se hacen eco de una situación que podría modificar sustancialmente el panorama geopolítico alrededor de todo el globo?

- Resulta llamativo o, mejor dicho, sumamente sospechoso el silencio de los grandes medios argentinos con respecto al tema: a pesar de que faltan pocos días para la Cumbre del Cambio Climático de Copenaghue, nadie habla del escándalo suscitado alrededor de la publicación de miles de correos electrónicos de científicos referentes en el tema del cambio climático, en los cuales se comentan las distintas formas de manipulación de datos para ajustar la información recabada con el modelo que postula que el cambio climático tiene origen en la acción del hombre.

Vale la pena destacar que los cuestionamientos surgidos de la publicación de los correos son al modelo de cambio climático de origen antropogénico, no a la veracidad del calentamiento global en sí. Es decir, aunque algunos medios se encarguen de catalogar a los escépticos de manera peyorativa como "negacionistas", aquellos que cuestionan los datos y se hacen eco de la publicación de los emails no niegan la realidad del cambio climático sino que niegan el origen antropogénico del fenómeno.

Catalogados como "conspiracionistas", los denunciantes tienen ahora pruebas que muestran que los datos han sido falseados para llevar adelante una agenda de ordenamiento global que imponga impuestos a la emisión de CO2, basicamente, impuesto al uso del aire. Teniendo en cuenta que las propuestas de Copenaghue se basarán en el supuesto no probado (dado que se sostiene en cifras manipuladas para justificar el modelo antropogénico) de que la acción del hombre está generando el calentamiento planetario, la noticia de los datos falsos no es menor ni debería pasar desapercibida para los grandes medios. Y sin embargo lo hace.

En la Argentina casi ningún gran medio se ha hecho eco de la noticia: ni la radio ni la TV otorgaron coberturas al tema y sólo un medio gráfico dió cabida y publicó abiertamente una nota, aunque desestimando la gravedad del hecho de la manipulación de datos.

El artículo en cuestión, firmado por Rodrigo Herrera Vegas, fue publicado por La Nación en su sección de Tecnología y se dedica a desestimar el quid de la cuestión: si los datos han sido manipulados, el origen del calentamiento global se ajusta a un modelo arbitrario elegido concientemente por un cirto grupo de científicos con intereses particulares.

En cambio, el periodista de La Nación hace caso omiso a este hecho, desvía la real atención de la noticia (el origen del cambio climático) y asegura muy suelto de cuerpo: "No me voy a colocar en el rol de debatir la veracidad del cambio climático aunque en mi opinión creo que es auténtico y sería una lástima que estos científicos hayan tenido que manipular datos e información para asegurar su veracidad". Mentime que me gusta... Una lástima.

Luego, ni Critica Digital o Página 12, que han tenido ciertas posiciones "ambientalistas", se han hecho eco de la noticia.

La situación en españa

En España el escándalo ha calado un poco (y solo un poco) más hondo. Distintos medios se hicieron eco de la noticia, aunque sólo uno (Libertad Digital) propone cuestionamientos serios sobre la verdadera raíz del problema: ¿es el hombre quién está causando el calentamiento o, por el contrario, hay factores externos como el sol los que están produciendo tal fenómeno?

La nota, titulada "Diez días después, El Mundo y El País se enteran del Watergate climático" muestra el panorama mediático acerca del tema luego de la renuncia de Phil Jones, director del CRU (Climatic Research Unit), fuertemente implicado en la manipulación de datos con respecto al cambio climático.

"Diez días después de que estallase el Watergate climático y la prensa internacional le dedicase sus editoriales, El Mundo y El País se hacen eco del suceso. Aunque una de cabezas visibles del IPCC haya dimitido por el escándalo, ambos diarios se alinean con los calentólogos, con curiosos argumentos

Con un evidente retraso, por fin El Mundo y El País se hacen eco de la noticia del Watergate climático. A doble página en el diario de Prisa y a página completa el de Unidad Editorial, aparece un resumen de lo sucedido desde que un hacker hizo públicos los correos electrónicos de la cúpula del IPCC, lo que ha forzado la salida del organismo de Phil Jones.

Destaca que El País, en un presunto intento de objetividad, presente apenas dos tesis que cuestionan la teoría del cambio climático originado por la acción humana - entre ellos Gabriel Calzada - , y sin embargo consulte hasta con seis expertos que lo apoyan.

Partiendo de la teoría de que "nadie resistiría que se examine su correo privado de una década", el diario defiende que , tal y como publicó LD, los científicos falseen datos, presionen a los colegas que no se alinean con las teorías oficiales, y exageren los grados de calentamiento del planeta para hacer válidas las máximas del calentamiento global.

Para El País, lo más grave parece ser las expresiones "coloquiales de los correos", y no lo que desvelan en la realidad. El periodista firmante del artículo, Rafael Méndez, diserta largamente sobre lo adecuado o no de los latiguillos; para evitar llegar al meollo porque consideran que no es suficiente para "hacer tambalear décadas de investigación por parte de miles de científicos".

En un esfuerzo de simplismo mal entendido, el argumento con el que El País cierra el artículo es la navaja de Ockham: "A igualdad de condiciones, la solución más sencilla – en este caso el calentamiento global- es probablemente la correcta", aseguran.

Pero tampoco El Mundo se queda atrás. En un correcto artículo, el periódico informa de los acontecimientos sucedidos durante estos diez días, y que Libertad Digital ha ido publicando. Pero, además, se incluye un artículo del calentólogo Antonio Ruiz De Elvira, que no tiene desperdicio.

Su inicio ya es escalrecedor: "La realidad del cambio climático de origen atropogénico no se asienta directamente en los datos" dice, y llega a afirmar que estos "sirven para cualquier cosa". La evidencia de que el cambio climático existe, y se debe a la acción del hombre, es que "lo sabemos por el funcionamiento del planeta", no por los resutados. Sin más explicaciones.

Lo curioso es que Ruiz De Elvira, después de hacer ese desprestigio sobre el valor de los datos, comparándolos incluso con la subjetividad de las sanaciones de Lourdes, se afana en defender los "gases poliatómicos" porque "los datos climáticos recolectados y tratados por la Universidad de East Anglia, han supuesto un trabajo titánico e inestimable. Su valor científico es incalculable". Es decir, que los datos y los resultados sirven, cuando se alinean con sus tesis. Para lo demás, están invalidados.

Al menos, El Mundo no niega sistemáticamente todo lo que han destapado los correos de Phil Jones, y reconoce la "tendencia a arrinconar a los científicos que no comparten sus hipótesis, o la opacidad a la hora de desvelar los datos de sus informaciones".

Más grave es lo de El País, que se hace eco de la opinión del catedrático y calentólogo Manuel De Castro, que sostiene el que juzgan "argumento definitivo por el que la conspiración del cambio climático no puede existir": "Si alguien descubriera la evidencia que tumba la teoría del cambio climático antropogénico la publicaría inmediatamente. Sería un bombazo, algo así como desmontar la teoría de la relatividad de Einstein", asegura. Como no hay nada publicado - según El País - no es cierto".

Nuevamente los conspiranoicos

La idea de que el cambio climático tiene origen en la acción del hombre (y no de todos los hombres del planeta, dado que las grandes empresas y los líderes de los países centrales tienen mayor responsabilidad que el ciudadano medio), es una idea discutida desde los ámbitos que denuncian la conspiración mundial del NWO. Los teóricos de la conspiración y los activistas anti NWO han reiterado en incontables oportunidades que la idea del cambio climático de origen antropogénico es fundamental para la instauración de un gobierno mundial único a partir del cobro de una tasa que iguale la responsabilidad de toda la humanidad al respecto de la modificación del clima.

El activista Alex Jones hace un resumen del escándalo del climagate a menos de una semana de iniciarse la cumbre en la capital danesa.

La cumbre en Copenaghue

Unos 15.000 participantes se han registrado para participar en la cumbre de Copenhague, que se celebra el 7 al 18 de diciembre, según un portavoz de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Cerca del 50 por ciento de los registrados son delegaciones oficiales de los 191 países visitantes y la mitad restante, miembros de ONG y otros organismos, dijo John Hay, portavoz de la CMNUCC.

Hasta la fecha 98 jefes de Estado y Gobierno han confirmado su presencia en la capital danesa para negociar un acuerdo sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que sustituya al Protocolo de Kioto de 1997, que expira en 2012, señalaron fuentes oficiales danesas.

Entre ellos está el presidente de EE.UU., Barack Obama, los líderes de los 27 miembros de la Unión Europea, incluidos el primer ministro británico, Gordon Brown; la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy; y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; además de otros dirigentes no comunitarios europeos. Del resto del mundo han confirmado su participación, entre otros, los presidentes

El mandatario brasileño, Luiz Inàcio Lula da Silva, y el mexicano, Felipe Calderón; los primeros ministros de China, Wen Jiabao, y Australia, Kevin Rudd y el presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono. En su fase final y decisiva para abordar resultados tangibles, la cumbre también contará con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el director general de la ONUDI, dedicada a la ayuda industrial a países en desarrollo, Kandeh Yumkella, y altos cargos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Faltan por confirmar varios presidentes de Latinoamérica, como los de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales; y Nicaragua, Daniel Ortega, quienes eran esperados por los organizadores de programas alternativos a la cumbre de Copenhague. Las principales ONG relacionadas con el medio ambiente han preparado un gran despliegue en Copenhague, como Greenpeace, que contará con un operativo de 350 voluntarios y activistas, según su portavoz Christina Koll.

Una de las acciones previstas por Greenpeace es desplegar una enorme pancarta en el barco "Beluga II" que podrá verse a partir de mañana desde los aviones que aterricen en el cercano aeropuerto de Copenhague y que rezará "Stop the Climate Change" (Parad el Cambio Climático). Hasta ahora se han acreditado unos 2.500 periodistas y se espera que participen en la mayor reunión sobre el cambio climático jamás celebrada unos 3.000 reporteros, tanto dentro como fuera del recinto del centro de conferencias Bella de Copenhague.

Los costes de esta mastodóntica conferencia corren en su casi totalidad a cargo del gobierno danés, salvo una pequeña aportación de la ONU, dijeron fuentes oficiales danesas. El Gobierno danés ha financiado además una conferencia alternativa paralela, bautizada Klimaforum, que reunirá a ONG, grupos indígenas, científicos, artistas y otros representantes de la sociedad civil.

El foro, de acceso gratuito, programará más de 150 debates, medio centenar de exhibiciones, proyecciones de películas y conciertos, y espera contar con 10.000 visitas diarias. La capital danesa acogerá también entre el 14 y el 17 de diciembre una cumbre climática para alcaldes que reunirá a regidores de más de 75 ciudades de todos los continentes, entre ellas Nueva York, Londres, Barcelona, Buenos Aires, Río de Janeiro, Sao Paulo, Berlín, Brasilia, Bogotá, Los Ángeles, Ciudad de Mexico y Tokio.

Informo: http://www.urgente24.com/

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